Los olvidados

Los olvidados,
los que están vivos
pero matamos con
o sin la excusa del tiempo

En las grietas de la tierra reseca;
en los rincones abandonados;
en el mirar a través de las ventanas de los cafés;
en la lluvia que golpea a nuestras puertas;
en los rayos de sol que nos despiertan;
en los libros viejos y empolvados;
en el canto de las aves que no escuchamos;
en las caras en las fotos que no reconocemos;
en los acordes perdidos en el tiempo;
en las palabras que hemos subestimado;
en las estrellas que ya no miramos;
en el tic-tac del reloj, en los segundos pasados;
en las esperas de una caricia;
en el gemido del viento;
en el murmullo de las hojas, de las copas de los árboles;
en la mirada lastimera del perro callejero;
en la soledad y el vacío nocturnos;
en el deseo resignado...

Allí están, los olvidados.



24/03/09