sábado, septiembre 27, 2008

A Coco

Ya no recuerdo lo que era
vivir en la soledad del silencio
casero,
no recuerdo lo que era la ausencia
de alguien que viniera a buscar
mi cariño,
ni lo que era no tener
alguien a quien cuidar, retar, con quien jugar.
No recuerdo nada de eso
porque ahora te tengo a vos.

En mi tristeza más profunda
yo me refugio en tu compañía,
en tu resignación perruna,
en tu tierna mansedad angelical,
en el fulgor de tu mirada
y en tus besos, en tus ladridos.


25/09/08.

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